Ante la adopción por parte del Congreso del Estado de Baja California de la Ley de Ingresos correspondiente al municipio de Ensenada, la cual contempla el cobro de un impuesto destinado a los contenedores que circulen por ese municipio, la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR) presidida por Miguel Ángel Martínez Millán, expresa lo siguiente:
- Rechazamos cualquier cobro extraordinario a los que actualmente se aplican al autotransporte de carga.
- Este tipo de medidas no resuelven los problemas de infraestructura existentes en ese municipio y constituyen una decisión contraria a la actividad económica local.
- Hacemos un llamado a las organizaciones empresariales del estado para evaluar de forma inmediata las acciones pertinentes a seguir.
- La imposición de nuevos impuestos a sectores productivos tendrá un efecto altamente nocivo para la atracción de futuras inversiones y ahuyentará a las ya presentes.
- Resulta incomprensible que, en pleno proceso de expansión por la llegada del Nearshoring, autoridades como las de Ensenada impulsen reglamentaciones restrictivas que le restan atractivo a este importante puerto.
- Desde este momento, en CANACAR analizaremos las alternativas que nos permitan llevar carga a otros puntos, ya sea dentro o fuera de México.
El sector del autotransporte de carga representa una de las actividades económicas de mayor importancia para el país. Más del 50 por ciento de las mercancías son trasladadas por empresas de este sector, mientras que más del 80 por ciento del comercio entre México y Estados Unidos se lleva a cabo por la vía terrestre.
Cabe destacar que las entidades federativas y municipios no podrán sobrerregular, ni gravar el tránsito de las personas o unidades que atraviesen su territorio, esto derivado del espíritu que emana de la Ley de Movilidad y Seguridad Vial que entró en vigor 2022.
Es por ello que renovamos nuestro llamado a las autoridades del municipio de Ensenada a establecer una mesa de diálogo para encontrar una pronta salida a esta situación y evitar una afectación económica, tanto para el sector productivo como para ese puerto que, sin duda, resulta innecesaria.