Los accidentes viales no solo representan un grave riesgo para la seguridad de los conductores, sino que también pueden implicar profundas repercusiones económicas. De acuerdo con el Instituto Mexicano del Transporte, en el 2022 se reportaron pérdidas por 2,024 millones de pesos debido a accidentes viales en carreteras federales de México. Y es que una cadena de suministro afectada por accidentes tiene un impacto en forma de retrasos en plazos de entrega o daños materiales en los productos finales. Implicaciones que desencadenan un efecto dominó que puede repercutir en la economía local o regional.
Para mitigar la problemática de los accidentes viales, es fundamental que las carreteras y autopistas implementen medidas de seguridad efectivas. Esto incluye la mejora continua de la infraestructura vial, con una señalética clara y adecuada que informe a los conductores sobre límites de velocidad, condiciones de la carretera y advertencias de posibles peligros. La inversión en sistemas de monitoreo y control del tráfico, como cámaras y sensores de velocidad, también juegan un papel importante para hacer frente a situaciones de riesgo. Además, el mantenimiento regular y preventivo de las autopistas asegura que las condiciones del camino se mantengan óptimas y reduce los riesgos asociados con fallas estructurales.
Con el fin de abordar este desafío, la Concesionaria Autopista Monterrey-Saltillo (CAMS), trabaja continuamente para mejorar la seguridad vial a lo largo de la autopista, implementando medidas tecnológicas y operativas destinadas a monitorear el tráfico, gestionar emergencias de manera eficiente y mejorar la visibilidad en condiciones adversas. Este enfoque busca, además de reducir el riesgo de accidentes, ofrecer una experiencia de viaje más segura y confiable para todos los usuarios de la autopista, tanto de carga como particulares. Un ejemplo de ello es el gran número de cámaras situadas a lo largo de la autopista y conectadas al Centro de Control de Tráfico, enlazado a su vez con el perfil de X (Twitter) de la compañía. Esto permite ofrecer información en tiempo real a los usuarios acerca del estado de la carretera, incidentes, obras o condiciones climáticas.
Pese a todo esto, el factor humano es clave en la reducción de accidentes viales mediante la adopción de buenas prácticas de conducción. Es esencial que respeten las normas de tránsito, mantengan una velocidad adecuada y se abstengan de conductas peligrosas como el uso de dispositivos electrónicos al volante. También es esencial no manejar cansado o somnoliento. Según la Guardia Nacional, el cansancio está detrás del 48% de los accidentes. Además, es crucial que los conductores conozcan y respondan adecuadamente a los indicadores y señales proporcionadas por las carreteras y autopistas, tales como las advertencias de condiciones cambiantes o restricciones temporales.
Al combinar esfuerzos para mejorar tanto la infraestructura vial como la conducta de los usuarios, se puede lograr una reducción significativa en la frecuencia y gravedad de los accidentes viales, mitigando el impacto económico y, sobre todo, aumentando la seguridad de los conductores